domingo, 29 de enero de 2012

Sal y heridas

Cuidado.
Que el filo de tu aliento no me apuñale. Que el amor no es mejor ni mayor con heridas. 
Que entonces otros labios estarás besando aunque me beses. Y si me miras, encontrarás una mirada vacía. Y mi mano entre tus manos estará perdida. Y yo estaré en una playa donde llueve, el viento grita y yo me hundo para diluirme en agua marina.

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