sábado, 24 de marzo de 2012

I.

Terminó descubriendo nuevos sabores en el café cuando éste se quedaba frío. Desde entonces, esperaba a que el calor escapara de la taza antes de beberlo.


Armonía

Y aquel año me casé con el invierno. Siempre me había gustado arroparme bajo gruesas mantas de colores, me sentía protegida, me sentía tranquila.
Me encantaba pasar las noches con él, leyendo frente a la chimenea mientras me abrazaba y me contemplaba. En ocasiones me traía una taza de chocolate caliente, cuando veía mis labios demasiado azules. Y con chocolate en los suyos me besaba hasta que volvía el carmín a los míos.
Yo pintaba la casa con naranjas y verdes sobre aquel fondo blanco de nieve. Llenaba su silencio con mis discos de vinilo y volaban los acordes desde el dormitorio hasta la cocina. La luz del sol atravesaba los cristales de las ventanas, tiñendo la casa con la fresca esencia de los primeros meses de año.
Cuando añoraba el calor del sol sólo tenía que abrir aquella puerta de madera blanca y bajar los escalones de arcilla. Y allí estaba mi primavera, esperándome al igual que me esperaba el invierno en casa, aunque nunca lo reconociera.

lunes, 12 de marzo de 2012

Frío

No sé cuánto tiempo llevamos sentados al borde de la cama. Cada uno sentado en una esquina, porque no hay más cama para alejarnos. Las sábanas revueltas hace tiempo que se quedaron frías.
No sé cuánto tiempo llevamos callados. Yo me acaricio el pelo y mis pies barren la alfombra. Tú simplemente callas. Callas, callas y callas, como has estado haciendo todo este tiempo.
Yo sigo confundida. Sigo herida. Sigo sintiendo que si me levanto no volveré. No, porque tu silencio ya lo dice todo. Si fueras capaz de rebatir lo que hemos discutido ya lo habrías hecho. Simplemente espero, espero a que el sueño me venza y caiga inconsciente sobre las mantas para que, al despertar, despierte de una de mis peores pesadillas.

domingo, 11 de marzo de 2012

Tormenta

Cuando la situación nos desborda, cuando el aire se acaba y las olas te ahogan, ya nada te importa.
Quizás eso hace más fáciles los finales.
Quizás es porque, al perder la conciencia, no llegas a verlos del todo.

domingo, 4 de marzo de 2012

Quererse sin palabras

Sé, por esa comprensión nuestra que no necesita de palabras ni oídos, que no me dirás te quiero. Es extraño, pero yo tampoco lo haré. Rompiste los esquemas prestablecidos. Desviaste mi norte con tu campo magnético. 
Alguien me dijo que cuando necesitemos conjugarnos para demostrar nuestro amor será porque éste ya no existe. Será porque necesitamos llenar el vacío del corazón con palabras, para así no ver lo vano de los sentimientos. 
Podría ser un mentirnos, una despedida para siempre... O podría ser otro cambio de rumbo. Quién sabe lo que las estrellas conjuran para el futuro. Sólo sé que te quiero de esa manera en la que nos queremos, y que tus labios sellados son delatados por tus besos, por cómo me acaricias la mejilla, por cómo me sostienes y por cómo orbitamos el uno en torno al otro, atraídos por las cargas opuestas que llevamos en nuestros cuerpos. 
Dos imanes que no huyen de sus diferencias, sino que incluso llegan a amarlas. Sin miedo al peligro de derrumbe que me acorralaba entonces. 



"peligro derrumbamiento - enamorarse es genial"

Gracias a Wanderer por su texto y sus siempre increíbles palabras: Tormentas de tinta y papel: Quererse sin palabras.