domingo, 3 de febrero de 2013

¿Te he dicho alguna vez que tienes una sonrisa preciosa?

Y la tienes.

Cuando te ríes tus ojos se rasgan y, paradójicamente, te iluminan la cara aunque casi desaparecen entre tus párpados. Tu boca se ensancha en una gran sonrisa y tu rostro se muestra amable y cariñoso.

Se podrían escribir odas a tu risa, pero yo sólo quiero dedicarte ésto para que nunca te olvides de sonreír. Que tienes el poder de calentar corazones y sanar almas con una simple sonrisa. Simple gesto con el que moverías montañas.

No te aflijas, que harás el mundo tuyo y lo enamorarás con tu sonrisa.