jueves, 1 de noviembre de 2012

Invierno

Ayer me acosté con miedo y ese miedo sigue hoy comiéndome las entrañas. Es un miedo frío y lento, como una voz pastosa que intenta gritar sin poder emitir sonido.
Temo que la emoción no brille ya en tus ojos y me aterra la idea de que yo me haya convertido en una pequeña parte de tu rutina. Y aunque llegar a ser tu rutina sigue siendo uno de los deseos que más imploro me aterra no destacar en ella. Me aterra que tus ojos tan solo se fijen en mi unos segundos antes de volver a desviar tu atención, pero sobre todo me entristece pensar que pueda no llenarte de luz tu vida como lo hice en un principio.

Me entristece pensar que ese día llegará,
pero me mata creer que ya haya llegado.

1 comentario:

  1. Nonono, no creo que ese momento llegue, porque eres una persona que sorprende con cosas nuevas a cada minuto que pasa. Con la que el futuro nunca es algo predecible, que siempre guarda en algún lugar esa neblina de misterio que te atrapa...

    ResponderEliminar