lunes, 14 de mayo de 2012

Llueve, Lluvia

Sólo quiero volver a casa a llorar a mi piano. Que él me escuche y me consuele, y que luego me cante hasta que me quede dormida.

Ya es demasiado tarde para quererte, a ti, tus disculpas o tu cambio.
Que llueva, que llueva tanto que nazca un río entre nosotros. Rápido y fuerte. Tan profundo que no puedas cruzarlo. Tan aterrador que me de miedo mirar hacia atrás.

Tan sencillo como suena esto. 
Pero la realidad no es así de fácil ni nuestra melodía tan clara.

Y tú, extranjero. No me preguntes, no me consueles. No quiero nada. Déjame un tiempo.
Lluvia, llueve.

1 comentario:

  1. El piano, una guitarra o cualquier instrumento en general siempre ayudan a que las nubes descarguen el aguacero.

    A veces es necesario sentirme mojado, el agua termina por limpiar las heridas.

    Un saludo.

    Oski.

    ResponderEliminar